Normas de convivencia en Bogotá

miércoles, 25 de mayo de 2011

programa para contribuir a la cultura ciudadana en Bogotá




AMOR POR BOGOTÁ


Amor por Bogotá es un programa que desarrolla la apuesta del Plan de Desarrollo Bogotá Positiva para Vivir Mejor, por una cultura ciudadana solidaria que con un enfoque sistémico e integral, responda a los diferentes ámbitos de la vida de las personas, busca promover la transformación de hábitos, actitudes y prácticas para mejorar la convivencia ciudadana y la cultura democrática, cuyos referentes fundamentales son el respeto de los derechos y la diferencia, la solidaridad y la inclusión social.

En este sentido, el programa busca crear y poner en marcha estrategias de cambio cultural para posicionar entre los habitantes de Bogotá una  Cultura Ciudadana activa, solidaria y respetuosa de los derechos humanos de las y los conciudadanos.
Para lograr este propósito Amor por Bogotá cuenta con tres ejes articulados que orientan las acciones diseñadas: Ciudad Segura y Culturas de paz, para promover acciones de convivencia pacífica, resolución de conflictos en diversos escenarios (parejas, familias, espacios públicos, e incluso, conflicto armado); Cultura cívica, para facilitar la apropiación de las reglas de convivencia, la pertenencia hacia la ciudad y el cuidado del patrimonio colectivo (hábitat, espacio público, equipamiento urbano y patrimonio cultural); y finalmente, Cultura para la Ciudadanía Activa, cuyo propósito es generar entre la ciudadanía prácticas y hábitos de participación en los diferentes escenarios de la democracia así como el reconocimienton y el respeto de la diversidad.
A través de estos ejes se logrará crear entre los ciudadanos la necesidad de actuar corresponsablemente, en un ejercicio ciudadano autónomo de derechos y deberes, reconociendo así, que los problemas de la ciudad sólo se pueden resolver con el concurso conjunto de la Administración Distrital y la ciudadanía.
Para que el quehacer de la Administración se lleve a cabo en este campo, el programa Amor por Bogotá coordinará la puesta en marcha de estrategias y acciones  intersectoriales, respondiendo de esta manera al enfoque de Gestión Social Integral.
Por otro lado, la actual administración considera la participación ciudadana como el principal instrumento de democratización de las decisiones, así como de empoderamiento de la comunidad en el Gobierno de la Ciudad, con lo que además, se logre una mayor articulación, confianza, respeto y comunicación de los ciudadanos con las instituciones públicas.
Con lo anterior se busca, a largo plazo, consolidar una Política Pública de Cultura Ciudadana que sirva a la ciudad como referente en la promoción del respeto a los derechos y de prácticas de autorregulación y corresponsabilidad.

EL ANTERIOR ARTICULO FUE SACADO DE :http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/portal/node/4421
La cultura ciudadana se refiere a diversos aspectos de la relación del individuo con la ciudad como su hábitat. Comportamiento en las calles, movilidad, respeto por el otro, convivencia en la diferencia y participación son algunos de esos elementos que deben tenerse en cuenta a la hora de hablar de cultura ciudadana.

miércoles, 4 de mayo de 2011

VIDEOS







http://www.youtube.com/watch?v=jffhJBn8IoQ
http://www.youtube.com/watch?v=eOMduZBlZO4

http://www.youtube.com/watch?v=b_zJf2I4SIo

ARTICULO INTERESANTE PARA LEER


Un articulo interesante para leer, es el hecho por Carola Mittrany, el 10 de septiembre de 2007, para comunidad segura. Se puede encontrar en la pagina web: http://www.comunidadesegura.org/es/node/36299:
Bogotá: cultura ciudadana para exportación
Hace quince años Bogotá era considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo. La tasa de homicidios que era de 80 por 100 mil habitantes, en 1990, bajó para 23, en 2003, y este año llegó a 17. Los accidentes de tránsito disminuyeron de1.287, en 1995, para 585, en 2002. A lo largo del mismo periodo hubo un declino de 26% en el uso de armas de fuego. A eso se debe agregar también un aumento en la recaudación fiscal, ampliación en el uso del agua potable y del saneamiento básico, la recuperación de la credibilidad en la policía y un consecuente aumento de la autoestima de la población.
Dichos números ilustran sin duda una de las administraciones más eficaces de hacer envidia a muchas ciudades afectadas por la violencia urbana. El nombre por detrás de este proceso de cambio es Antanas Mockus , dos veces alcalde de Bogotá, entre 1995-1997 y 2001-2003, que participó en una charla en el Instituto Brasileño de Análisis Socioeconómicas , el último 14 de septiembre, para comentar sobre su filosofía de gobierno y un nuevo proyecto de comparación de cultura ciudadana entre ciudades latinoamericanas.
Hijo de inmigrantes originarios de Lituania, Mockus cursó filosofía y matemática y fue rector de la Universidad Nacional de Colombia entre 1990 y 1993, cuando decidió lanzarse como candidato a la alcaldía de la capital. En sus dos mandatos lideró iniciativas de cultura ciudadana originales y bien humoradas que lograron reducir en 50% los índices de criminalidad. Medidas como el uso de mimos en lugar de guardias de tránsito para reprochar a los malos conductores y la institución de la “hora zanahoria”, que restringe el horario en el que legalmente deben cerrar los establecimientos de rumba y expendio de licor.
“Lo que me importa en una ciudad es el comportamiento. Todos nosotros estamos aprendiendo a ser ciudadanos, somos proyectos inacabados. Cuando vemos a otras personas actuando de manera correcta tendemos a copiar  su conducta. La ciudad puede funcionar mejor por las buenas”, cree Mockus. 



Mutua regulación

La idea central del movimiento que se denominó “cultura ciudadana” es la consideración que las ciudades son interacciones intensificadas de personas muy diferentes entre si, lo que presupone riesgos debido a un contacto entre ciudadanos que no se conocen. Para minimizarlos, Mockus apostó en la comunicación simbólica para que tales riesgos no comprometan la vida:
“Los códigos culturales determinan en mucho la conducta. Entonces mi idea era incentivar las personas a comunicarse más. Intensificar la interacción para que haya menos divorcio entre la ley, la moral y la cultura. Por eso era necesario posibilitar otras formas más elaboradas de reflexión y acción que sustituyesen parte de la violencia”.
Para cumplir tal tarea se formuló un plan de gobierno con cuatro objetivos principales: aumentar el cumplimiento de las normas de convivencia, aumentar la cantidad de ciudadanos que, pacíficamente, lleven a otros ciudadanos a obedecer las normas –instrumento denominado como mutua regulación-, aumentar la solución de conflictos por medios pacíficos y, finalmente, incentivar la comunicación entre la población. Para cada uno de esos objetivos se designó un presupuesto específico.
“La mutua regulación ayuda a corregir el hábito social, posibilitando que la conciencia y el comportamiento sean consistentes. Así podemos llegar a lo ideal que es la auto regulación” indica.


Violencia x Seguridad
Pero si bien la administración de Antanas Mockus se puede clasificar como ejemplar, para un grupo de colombianas presentes al encuentro no todo son laureles. “Algunas de las acciones que se desarrollaron durante el gobierno de Mockus podrían considerarse violentas, desde una perspectiva de violencia de estado contra los ciudadanos, entendida ésta última como el uso de la relación desigual de fuerza y poder que obviamente existe entre estado-gobierno y algunos grupos vulnerables de la población, sin ofrecerles alternativas a cambio”, reclama Zulma Urrego Mendoza, médica salubrista pública, que actualmente está completando una pasantía de intercambio académico en Río de Janeiro. 
Urrego cita el desalojo de vendedores ambulantes por medio de una violenta represión policial y la amplia reestructuración hospitalaria, que resultó en decenas de despedidos y en la precariedad de la salud pública, como ejemplos de acciones violentas hacia los ciudadanos al vulnerar derechos básicos de ciudadanía.
“El recuerdo que se tiene de Mockus en Bogotá desde el ciudadano común de clase media es de un impacto positivo en lo relacionado con el programa de reducción de mortalidad infantil por fuegos de artificio, de la mortalidad por accidentes de tránsito y homicidios con lo de la ‘hora zanahoria’ y los programas de control de alcoholemia en fechas de fin de año, y en la organización del tránsito y la limpieza de la ciudad, mediante el programa de ‘cultura ciudadana’. Pero no se le recuerda, hasta donde tengo memoria, por algún impacto especial en índices de seguridad, excepto por la reducción de accidentes de tránsito y homicidios en ‘horas y zonas de rumba’”, dice Urrego.
Y completa: “En cambio, se le recuerda por sus acciones con policía ante personas humildes a quienes se vulneró su derecho al trabajo, y por sus despidos de miles de empleados bogotanos, a quienes no se ofreció una alternativa digna a cambio, vulnerando también su derecho al trabajo; y como la persona que efectuó las reducciones de personal que conllevaron en la reducción de servicios de salud para los ciudadanos más pobres”.
Pese a estas voces discordantes, el ambiente formado por cerca de 30 personas, entre ellas políticos, activistas, periodistas y estudiantes, no se alteró y se reconoció que si bien el caso de Bogotá no es un milagro, hay muchos puntos de éxito que pueden ser replicados y servir como ejemplo para otras ciudades.


Diagnóstico ciudadano

Actualmente como presidente de la ONG Corporación Visionarios por Colombia, el ex alcalde de Bogotá está lanzando un estudio comparativo para evaluar el potencial de cultura ciudadana de una determinada localidad y, con fundamento en ese diagnóstico, proponer acciones y campañas de cultura ciudadana.
“El objetivo es aumentar el cumplimiento voluntario de las normas, la capacidad de cumplir acuerdos, incentivar la comunicación y la solidariedad entre ciudadanos y una ayuda mutua para actuar conforme la propia consciencia y en armonía con la ley”, dice Henry Murrain Knudson, coordinador de proyectos de la ONG.
Las ciudades contempladas en esta primera etapa son Belo Horizonte y São Paulo, en Brasil, y Ciudad de México. Apoyado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y las respectivas administraciones regionales, este proyecto busca generar una línea base de las ciudades en aspectos relacionados con las actitudes de las personas, creencias y relaciones entre ciudadanos y su actitud hacia factores de convivencia.
“La idea es atacar las carencias y construir sobre las fortalezas identificadas. En base a esos análisis se derivarán sugerencias y, si hay interés, se diseñará una metodología para implementar una acción-piloto en la ciudad en cuestión”, señala Murrain.

ARTÍCULOS DE OPINIÓN

TODOS PODEMOS APORTAR




El aseo en la ciudad está en las manos de sus ciudadanos y cada quien es responsable de cuidar el sitio en el que vive, no podemos esperar a que los demás hagan las cosas por nosotros o creer en la filosofía de que una pequeña parte no va a hacer la diferencia. Cada situación es una oportunidad para hacer crecer la cultura ciudadana y así acercarnos a lo que en un momento podremos ser: ciudadanos responsables y con sentido de pertenencia.

Cuando vamos caminando por las calles bogotanas es común ver a las personas votar basura, sin importar el lugar, ni la situación, esto generalmente es ignorado por los demás ciudadanos y nadie hace nada por cambiar la situación o por lo menor intentar ser diferente y hacer lo correcto: un acto tan pequeño pero tan importante para el crecimiento y formación de nuestra cultura. Tuve la oportunidad de compartir con un bogotano que vivió toda su adolescencia en Canadá y volvió a Colombia por un periodo de tiempo, cuando caminábamos por las calles él tenía la costumbre de recoger los papeles que encontraba en su camino y recogerlos para votarlos en las canecas (conducta extraña, para mí y que no me atrevía a cuestionar), algún decidí preguntarle ¿porque lo hacía? y me respondió: “no es un acto de “ñoñes”, solo creo que la ciudad es como mi casa, la verdad no votaría ningún papel en un pasillo de ella o si lo encontrara lo recogería, quiero que mi casa sea un sitio agradable para mí, por eso no me cuesta aportar algo por la ciudad, mi casa” con ese comentario quede bastante sorprendida y definitivamente comparto ese concepto; Bogotá necesita ciudadanos así personas que piensen de una manera personal, que este apoyando el bienestar colectivo.

Un claro ejemplo del esfuerzo que está haciendo la alcaldía de la ciudad, es la campaña “cuida tu frente… cuida tu parque” en la cual se está realizando un proceso de concientización a los ciudadanos por medio de jornadas de educación e información puerta a puerta a los hogares aledaños a parques de la ciudad. En dichas jornadas los ciudadanos podrán conocer el adecuado manejo de las setas públicas, residuos sólidos y los residuos de sus mascotas1, estas campañas generaran una conciencia que aunque pequeña para una ciudad tan grande puede sembrar un camino para la formación de nuestra cultura ciudadana.

Nuestra ciudad está llena de buenas cosas y tiene un gran potencial para ser una de las mejores ciudades del mundo, solo necesita ciudadanos más responsables y conscientes de lo que pueden hacer por vivir en un lugar mejor, esto no está en manos solamente de la alcaldía está en manos de cada uno de nosotros. Debemos ver a futuro y pensar que con un “granito de arena que aporte cada quien”, es un gran avance para la cultura y no seguir creyendo que ese granito es insignificante para crear los cambios.






Por LUISA GONZALEZ



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1 Como fuente de consulta para la realización del anterior ejemplo, se utilizó como fuente de consulta: Periódico LA REPUBLICA, “Alianza para mejorar el  aseo de espacios públicos en Bogotá”, 27 Abril 2011, en la página web: http://rse.larepublica.com.co/archivos/MACRO/2007-08-13/alianza-para-mejorar-el-aseo-de-espacios-publicos-en-bogota_43028.php.










COMPORTAMIENTO DEL TRANSPORTE PÚBLICO













El trasporte público y el comportamiento de las personas en este se podría generar una relación directa entre las personas y el caos, puesto que por su gran afluencia de gente no es una actividad placentera o ni si quiera agradable.

Bogotá es la capital de la Republica de Colombia, consta de  un gran numero de habitantes tanto de esta como de otras ciudades asi que  se genera gran dificultad a la hora de transportarse por lo cual se han tomado medidas de descongestionamiento vehicular como lo es el pico y placa y por esta medida la gente se ve obligada a hacer uso del transporte público ya sea taxis, buses, busetas y transmilenio entre otras.

Si ponemos una situación específica del transporte público yel comportamiento de la gente en este  podríamos hablar del transmilenio, el cual es una alternativa muy buena de transporte ya que al tener un solo carril para el llega a acortar grandes distancias sin embargo este está lleno de problemas como lo es el ser casi imposible entrar a este lo cual genera incomodidad para todas las personas y mucho más para los niños, las mujeres que en muchas ocasiones pueden ser objeto de abusos y en algunos  casos los portales a los cuales no les cabe una persona más lo cual puede generar grandes accidentes y como ya se menciono  malos comportamientos de las personas .
 El transmilenio  consta de un gran número de sillas, unas de estas azules para personas con cualquier tipo de discapacidad, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad, por otro lado hay sillas rojas estas son para cualquier tipo de personas y para terminar una gran cantidad de gente de pie. En muchas ocasiones las sillas azules no alcanzan a ser suficientes para este tipo de personas por lo cual las gente que se encuentran sentadas en las sillas rojas deben en el buen uso de la cultura ciudadana pararse de ellas y dárselas a las personas que mas las necesitan pero esto no es asi, muchas de estas personas se hacen las dormidas, enfermas, distraídas y muchas otras son groseras con tal de no  cederlas si importar la situación de quien realmente las necesita  lo cual demuestra que no hay uso del buen comportamiento, por otro lado las personas que se encuentran de pie generalmente se encuentran realmente oprimidas las unas con las otras lo cual genera constantes peleas entre ellas y en casos más graves generan el robo de las pertenencias, sin olvidar mencionar que de tanta gente que se encuentra en el uso de este servicio muchas personas se desmallan por falta de aire y otras tantas se ven atrapadas por las puertas de este gran bus sin ser siquiera ayudadas por las que están en perfectas condiciones.


Por lo general las personas que hacen uso del transporte público no realizan un buen uso de la cultura ciudadana y por lo mismo no tienen un buen comportamiento en el ejercicio de esta y se podría decir que se debe al gran caos que tienen que soportar constante mente en el cual cada uno se preocupa por si mismo puesto que están expuestos a grandes peligros constantemente como lo son los robos y los abusos.












UTILIZA TU CONCIENCIA, PRACTICA LA CULTURA CIUDADANA